lunes, 9 de febrero de 2009

COMO TRATAR LA FIEBRE EN BEBÉS. | Todo Para Peques

En contra de lo que se podría creer la fiebre no es algo negativo, no es una enfermedad en sí misma sino un síntoma que acompaña a muchas enfermedades. Es pues un sistema de defensa por el cual el cuerpo trata de alcanzar una temperatura mayor a los valores normales, y combatir así mejor los virus y bacterias. Su aparición nos avisa, por lo tanto, de que algo anómalo está sucediendo en el organismo


Se considera que hay fiebre cuando la temperatura, tomada por vía oral o rectal, es mayor de 38º. Sin embargo, aunque en la mayoría de los casos se asocien a un proceso infeccioso, las causas que pueden provocar un cuadro febril son diversas: insolaciones, quemaduras, etc.


¿Cómo actuar?

Más que la fiebre, lo importante es el estado general del niño. Aunque la fiebre no es una urgencia médica, no debemos olvidar que está alertando de la presencia de una enfermedad. La principal razón para tratarla es que el pequeño se sienta bien.

Para disminuir la fiebre:

-Deja al niño con poca ropa de abrigo, pero no dejes que se enfríe. Déjale en pañales o con un pijama ligero.

-Mantén la habitación fresca y ventilada.
-Báñalo con agua tibia (no fría) durante 15 minutos.

-Proporcionarle gran cantidad de líquido, para evitar la deshidratación, ya que la fiebre le hará sudar.

-Dale antitérmicos únicamente cuando la fiebre produzca malestar en el niño (generalmente cuando la temperatura es superior a 39,5º).


¿Dónde tomar la temperatura?

En los lactantes la temperatura suele ser 1 grado mayor a la del adulto. Ésta variará dependiendo del lugar donde se ponga el termómetro.

Las investigaciones revelan que los resultados más fiables se consiguen tomando la temperatura en el recto del niño.

Hay fiebre por lo tanto cuando:

- La temperatura rectal es mayor de 38º

- La temperatura oral es mayor de 37,5º

- La temperatura axilar es mayor de 37,2º

- La temperatura en oído es mayor de 38º


Tipo de termómetros

En el mercado existen tres tipos de termómetros prácticamente igual de precisos: de mercurio, digitales y timpánicos o de oído. Las cintas termómetro por el contrario no tienen la misma fiabilidad. Si utilizas un termómetro de mercurio, recuerda agitarlo antes de ponérselo hasta que el mercurio baje y permanece al lado del niño mientras lo tiene puesto, ya que el vidrio podría romperse.

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