Había una vez tres niños que no querían nunca recoger sus juguetes. Por más que se lo dijeran a su mamá o su papá ellos nunca recogían.
Un día su mamá llegó de una reunión del cole con su profesora Maripi y vio que estaban todos los juguetes tirados por el suelo.
Mamá preguntó:
- ¿por qué están todos los juguetes tirados por el suelo? – pero solo contestó la abuela.
- Pues porque son muy desobedientes, les he dicho un montón de veces que recojan y no han querido, así que estoy muy enfadada con ellos -.
Entonces su mamá también se enfadó con ellos y les dijo:
- Si no recogéis los juguetes nunca, un día desaparecerán todos -.
Irene contestó:
- No te creo mamá, los juguetes no pueden desaparecer -.
Y su mamá les dijo:
- Pues no te lo creas, ya veréis cuando busquéis vuestros juguetes y no los encontréis -.
Los niños comenzaron a reírse porque pensaban que mamá les estaba gastando una broma.
Entonces, en un lugar muy lejano dónde viven los reyes magos los estaban viendo todo y decidieron que si los niños no recogían sus juguetes era porque no los querían.
- Mandaremos a nuestros pequeños duendes a buscar todos los juguetes de esos niños – dijo Melchor.
- Eso es, y los guardaremos aquí – dijo Gaspar.
Cuando llegó la noche, los niños se fueron a dormir, entonces igual que la noche mágica de los reyes magos en la que los niños no ven ni oyen a los reyes llegaron los duendes y sin hacer ningún ruido se llevaron todos los juguetes de los niños.
A la mañana siguiente cuando los niños despertaron y descubrieron que no tenían juguetes le preguntaron a su mamá:
- Mamá, mamá, ¿Dónde están nuestros juguetes?, ¿los has tirado?, ¿Qué has hecho con ellos? -.
- Yo no he tirado vuestros juguetes, simplemente han desaparecido, habrá sido cosa de los duendes mágicos -.
- ¿los duendes mágicos? – preguntó Maria - ¿Quiénes son? -.
- Los duendes mágicos son los ayudantes de los reyes magos, seguramente han pensado que no queréis vuestros juguetes y se los han llevado -.
- ¡No puede ser mamá! – dijo Adrián - ¡se han llevado todos mis coches!, ¿Qué haremos ahora?, ¿cómo podremos recuperarlos? -.
- Bueno, pues seguramente tendréis que hacer méritos para volver a ganaros los juguetes, os tendréis que portar bien, recoger vuestra ropa, no pelear y saber cuidar de vuestras cosas -.
- Si mamá, así lo haremos – dijeron los niños.
Al cabo de unos días, cuando los niños se levantaron de la cama, vieron que estaban todos sus juguetes y se pusieron muy contentos.
- ¡Mira mamá, están todos mis coches! – dijo Adrián.
- ¡y todas mis muñecas! – dijo Irene.
- ¡y todos mis peluches! – dijo María.
- Aquí hay una carta de los Reyes Magos – dijo su mamá.
- Léenosla mamá, por favor -.
- Dice así -.
Queridos niños, nos llevamos vuestros juguetes porque pensábamos que no los queríais y que no los tratabais bien, pero nos hemos dado cuenta de que sois muy responsables ayudando a vuestros papás.
Hemos visto cómo les ayudabais a recoger la mesa, a ponerla, y a guardar vuestra ropa. Habéis aprendido a hacer vuestras camas y a no pelear, creemos que os merecéis otra oportunidad y que seréis suficientemente capaces de cuidar de vuestros juguetes y compartirlos con otros niños sin pelear, acordándoos al final de recogerlo todo.
Un beso muy fuerte y hasta las navidades.
- ¡Que bien mamá, nos han escrito los Reyes Magos! – gritaron los tres a la vez.
- Desde hoy vamos a cuidar nuestros juguetes para que no se estropeen y cuando acabemos de jugar con ellos los recogeremos, ¿vale mami? -.
- Vale hijos – dijo su mamá - ¡que contenta estoy de que lo hayáis entendido!, seguramente estas navidades recibiréis muchos juguetes para compartir con otros niños.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Autora: Maria Ortiz Ortega
martes, 4 de marzo de 2008
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