¿Qué necesitamos para llevar a nuestro bebé a la piscina? Lo primero es tomar la decisión, lo segundo consultar al pediatra para obtener la autorización, lo tercero y no menos importante es elegir la institución adecuada y los docentes adecuados que nos brinden una actividad segura, agradable para los papás y bebés.
Cuando hablamos de natación para bebés o matronatación nos referimos a la estimulación del bebé en el medio acuático más que a la enseñanza de la natación propiamente dicha. La estimulación acuática nos permite introducir nuevos patrones e movimiento, le da al bebé mayores posibilidades y más libertad de movimiento que el medio terrestre.
En el agua podemos aprovechar algunos reflejos que si no los estimulamos correctamente tienden a desaparecer, a medida que van creciendo, como el reflejo natatorio. No podemos olvidar la importancia que tiene la “adaptación” al medio acuático o la readaptación si consideramos que estuvo nueve meses en un ambiente acuoso.
Va adquiriendo patrones básicos de movimiento en el agua que con el tiempo le permite trasladarse en ella, flotar, meter la cara en el agua, así como la apnea y posteriormente la ventilación en el medio acuático, fundamentales para futuros aprendizajes. Es una experiencia única en la cual el bebé crece, aprende, se relaciona con otros, juega y disfruta en el agua junto a su familia.
Desde hace un tiempo hasta la actualidad el campo de las actividades acuáticas estasiendo analizado desde muchos ámbitos de aplicación. Uno de ellos es el campo de laenseñanza. Los diversos trabajos que recogen las tanto los libros como las revistasespecializadas, muestran la atención prestada a los estudios relacionados con el medioacuático y los elementos que intervienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Frutode esta revisión, se presenta en este trabajo una justificación de la influencia que tiene lapráctica acuática en el desarrollo del niño, además de recoger las principales propuestasmetodológicas de enseñanza en el medio acuático en la etapa de 0 a 6 años. Finalmente,y apoyándonos en que la actividad acuática provoca una mayor localización propioceptivay de integración quinestésica, además de facilitar movimientos y experiencias motricesque le conduzcan a un aumento del repertorio motor, mostramos una propuestametodológica de enseñanza en el medio acuático para los primeros 6 años de vida,apoyada en el método acuático comprensivo.El bebé en el agua se relaja, aprende nuevos movimientos, fortalece su musculaturay aprende a controlar la respiración, aspectos todos ellos que contribuyen de formadecisiva a su desarrollo motor. El agua contribuye en forma significativa al desarrollo yconocimiento del niño. Actúa sobre la conducta del niño, lo hace más independiente, contendencia a explorar activamente el medio y favoreciendo la socialización. El agua tieneademás un efecto sedante, facilitando la relajación, provoca sueño apacible y abre elapetito (Del Castillo, 1992, 1997).Otros trabajos (Franco y Navarro, 1980) afirman que la práctica acuática en estasetapas de formación refuerza la personalidad y la independencia, e incluso puede influirde manera importante en el proceso de adquisición del lenguaje. Incluso atribuyen a laactividad acuática una indudable mejora del aspecto social (Fouace, 1979; Del Castillo,1992; Sarmento y Montenegro, 1992).Podríamos decir, que la práctica en el medio acuático dota de nuevas posibilidadesmotrices al niño permitiéndole tener nuevas experiencias que le ayudaran a crecer, porello la experiencia acuática debe ser paralela al crecimiento y estar presente de formacontinuada, pero reconociendo que no por mucha cantidad o precocidad se van aadelantar ni la maduración ni el crecimiento. Ahora bien, si no existe sí que se va a perderla oportunidad de desarrollar unas habilidades motrices acuáticas al igual que sedesarrollan las terrestres (De Castillo, 2001).Gonçalvez (1997), por su parte, nos indica que la clase comenzará con unaintegración o familiarización del bebé con el medio acuático, poco a poco, se le darámayor énfasis a movimientos específicos, hasta finalizar con tareas de relajación o vueltaa la calma y después juegos. El programa que llevaría esta metodología comienza a los 3meses, con una duración de hasta los 3 años, mientras que las sesiones comienzandurando 10-15 minutos, hasta llegar a los 30 minutos. La piscina tiene que ser cubierta yclimatizada, con una temperatura de 37º para los niños de hasta 6 meses, y 32º eninvierno para los mayores de 7 meses. Los objetivos del programa se centran en lasocialización, tanto con el agua como con el grupo y el profesor, trabajando laestimulación motora general teniendo como finalidad una total supervivencia en el medioacuático. El programa se divide en tres fases, al igual que su evaluación:• Bebé I: desde los 3 meses hasta el año. El bebé tiene que realizar unaintegración con el grupo y el profesor, emerger con ayuda tanto en vertical comoen horizontal, así como, desde sentado en el borde de la piscina, poder jugar contranquilidad.• Bebé II: desde el año hasta los 2 años. El niño tendrá que saber andar a gataspor el tapete y andar sólo por la parte rasa de la piscina.• Bebé III: desde los 2 hasta los 3 años. El niño tiene que haber aprendido a subiry bajar solo por el borde de la piscina, al igual que realizar desplazamientos enflotación ventral y “nado de supervivencia” (a lo perrito).